El reloj sonaba; cada segundo se oía con insistencia, como si alguien esperara una respuesta mía, no sabia como estaba ahora, había tomado tantas pastillas, que no podía ni siquiera ver directamente la luz, tenia mucho sueño, mi rostro estaba rojo e hinchado, comencé a oír a lo lejos la música que tocaba fuertemente en mi habitación, mas, no sabia quien era el cantante, o como se llamaba la canción, a cada segundo, me desvanecía mas y mas, comenzaba a oír las voces cada vez mas lejos, lo único que percibía era mi olor, a un poco de perfume, la mirada se cortaba en un sin fin de imágenes, que rodeaban mi habitación, los parpados pesaban cada vez con mas intensidad, y entonces, me fui por completo, deje de oír, de sentir, de ver, me perdí completamente en un mar oscuro pero relajante.
Justo en ese momento, me comencé a espantar, mucho, ¿Qué diablos había hecho? No recordaba nada, sin embargo sabia que tenía que recordar de algún modo, quizás había aun una solución, quizás en lo mas profundo solo se trataba de una pesadilla, sin importancia que la despertar se acabaría como todas las demás pesadillas, que había tenido antes, pero, no, esta ocasión era diferente, todo era pesado, era oscuro, todo era tan sombrío.
Comencé a hacer memoria, y por fin podía recordar, lo que había ocurrido, después de la escuela, y al leer, esas notas de amenaza en mi facebook, me deprimí tanto que al llegar a casa comencé a hacer, lo que había prometido jamás, volver a hacer, algo que desde la secundaria se me había hecho una adicción, algo, que desde aquel entonces, me había dejado marcas en las muñecas y los brazos.
En el ultimo cajón de mi buró, había un cutter, el cual tome, sin pensar y lo sumergí en mi piel blanca, sentía claramente como, el metal frió se hundía profundamente en mi piel, dejando una marca marrón de la cual salía, mucha sangre, tome una caja de pastillas, que había a lado y me las trague todas, con solo un poco de agua.
Ahora estaba totalmente perdida, no sabia ni mi nombre, no puedo creer, que por una tontería de adolescentes, haya llegado a esto, a este terrible error, si tan solo, pudiera regresar el tiempo, haber rectificado, todas las tonterías que hice, la forma en como atente en contra mía, si tan solo, pudiera remediar ese gran y terrible error, podría, cambiar las cosas que estuvieron en mis manos y no las hice.
Comencé a sentir, un fuerte dolor en el pecho y mis ojos se abrieron, en un momento brusco, había despertado, muchas luces me rodeaban, doctores, y enfermeras, al parecer estaba en un hospital, ahora solo esperaba, valorar mas mi vida, después de este terrible sueño, que pudo haberse convertido en una realidad…
Por: Paola Estefanía Ortega Estrada
1o. II Matutino